Escuelita de campo inmaculada,
sencilla como el marco que te adorna
con tu patio de baldosas desgastadas
y la bandera flameando esplendorosa.
Misterios dibujando tus paredes,
pupitres gastados por los años,
trayendo lentamente los recuerdos
de niños que pasaron por tu lado
Quisiera hoy volver a tu regazo,
sentir que mi niñez no se fue nunca
y levantar con ímpetu la mano
dando alguna lección que quedó trunca.
sencilla como el marco que te adorna
con tu patio de baldosas desgastadas
y la bandera flameando esplendorosa.
Misterios dibujando tus paredes,
pupitres gastados por los años,
trayendo lentamente los recuerdos
de niños que pasaron por tu lado
Quisiera hoy volver a tu regazo,
sentir que mi niñez no se fue nunca
y levantar con ímpetu la mano
dando alguna lección que quedó trunca.
Ilustración de Fran Bravo, en “La poesía es una niña” de Apuleyo Soto
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, si estás en el formulario de comentarios vas a ver que hemos activado la opción de verificación de palabras, lo hicimos para reducir la entrada de Spam.
Gracias y disculpa las molestias…