Queridos chicos:
En el dormitorio de la casa de mis padres había un espejo. Mejor dicho, hay un espejo, pero a mí me parece que no fuera el mismo de antes. Les voy a contar por qué: cuando yo era chica y sabía hacer cosas importantes, tales como gastar enteritas las siestas del verano corriendo tras las mariposas o dibujando con tiza en las paredes, ese espejo jugaba conmigo. Sí. Como lo oyen: jugaba conmigo. Yo me paraba frente a él y ya no estaba sola. Desde su luna brillante y ovalada me sonreía una nena muy parecida a mí que, tocándome la cabeza con una varita, lograba convertirme en dragón, humo o astronauta... Algunas veces, como era un espejo bastante distraído, me reflejaba de manera muy cómica... (sin mi flequillo por ejemplo, o con un moño de más).
Pero yo crecí, me vine grande... y mi espejo también. Por eso, aunque a veces —cuando nadie nos mira— lo visito y le hablo, él bosteza aburrido... y ya no sabe jugar.
Elsa Bornemann (o Elsy)
En el dormitorio de la casa de mis padres había un espejo. Mejor dicho, hay un espejo, pero a mí me parece que no fuera el mismo de antes. Les voy a contar por qué: cuando yo era chica y sabía hacer cosas importantes, tales como gastar enteritas las siestas del verano corriendo tras las mariposas o dibujando con tiza en las paredes, ese espejo jugaba conmigo. Sí. Como lo oyen: jugaba conmigo. Yo me paraba frente a él y ya no estaba sola. Desde su luna brillante y ovalada me sonreía una nena muy parecida a mí que, tocándome la cabeza con una varita, lograba convertirme en dragón, humo o astronauta... Algunas veces, como era un espejo bastante distraído, me reflejaba de manera muy cómica... (sin mi flequillo por ejemplo, o con un moño de más).
Pero yo crecí, me vine grande... y mi espejo también. Por eso, aunque a veces —cuando nadie nos mira— lo visito y le hablo, él bosteza aburrido... y ya no sabe jugar.
Elsa Bornemann (o Elsy)
El espejo distraído
Tengo un espejo distraído.
Me marea con sus olvidos.
Sé que no lo podrán creer
pues —coqueta— me miré ayer
y él, como siempre está en la luna,
no reflejó imagen alguna.
Por supuesto, yo me asusté;
muy enojada lo reté.
Él, entonces, se disculpó
y enseguida me dibujó...
mas con la cara empañada
y media trenza borroneada.
Adivinen lo que pasó
cuando mi tío se miró
utilizando una gran lupa
y teniendo la gata a upa...
Pues mi espejo tan distraído
hizo una mezcla, confundido,
y mi tío se vio con cola,
bigotes, una mano sola,
el chaleco descolorido
y su cigarro en dos partido.
¡Y la gata casi se mata
al reflejarse con corbata!
Tengo un espejo distraído.
Me marea con sus olvidos.
Sé que no lo podrán creer
pues —coqueta— me miré ayer
y él, como siempre está en la luna,
no reflejó imagen alguna.
Por supuesto, yo me asusté;
muy enojada lo reté.
Él, entonces, se disculpó
y enseguida me dibujó...
mas con la cara empañada
y media trenza borroneada.
Adivinen lo que pasó
cuando mi tío se miró
utilizando una gran lupa
y teniendo la gata a upa...
Pues mi espejo tan distraído
hizo una mezcla, confundido,
y mi tío se vio con cola,
bigotes, una mano sola,
el chaleco descolorido
y su cigarro en dos partido.
¡Y la gata casi se mata
al reflejarse con corbata!
(EL ESPEJO DISTRAÍDO. Poemario de Elsa Bornemann. Poemas, canciones y versicuentos para leer y disfrutar con el lenguaje)
Visto en: EDAIC Varela (Equipo Distrital de Alfabetización Inicial y Continua)
http://edaicvarela.blogspot.com/2012/10/elsa-bornemann.html
http://edaicvarela.blogspot.com/2012/10/elsa-bornemann.html
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