En un hermoso día soleado, las familias fueron llegando de a poco con termos y mantas, sentándose debajo de un enorme árbol de moras que los cobijó por el resto de la tarde.
Los adultos se sentaron distendidos a disfrutar de la actividad de teatro que nos brindó el genial Ernesto Juárez, en la cual participaron, rieron y dejaron de lado la vergüenza.
Compartimos mate y ricas tortas. Nos fuimos conociendo y vinculando de a poco.
Los niños por su lado, eligieron el juego libre esta vez, y a pesar de haberlo planeado con anterioridad, solo algunos participaron de la experiencia teatral.
Jugaron a la pelota, disfrutaron de la pileta, algunos dieron de comer al caballo, investigaron sus pestañas, su pelaje, su manera de comer el pasto, etc. También se pelearon por la hamaca, por la rama que habían encontrado y por quién subía primero al árbol, aunque luego de un rato, ya todos parecían grandes amigos.
Algunas familias contaron sus motivos por el cual se habían interesado en acercase este domingo. Nos contaron la necesidad de darles a sus hijos una educación que no tenga la estructura de la escuela común. Una mamá mencionó: “escucho a mi hijo y quiero darle lo que está necesitando”, rescatar la creatividad, la libertad de expresión, la presencia de los abuelos en la educación y sobre todo en el apoyo de sus propias experiencias.
Los padres estaban tan distendidos que este encuentro Cipichicos parecía planeado para ellos, disfrutando del “volver a jugar” como cuando eran niños.
Se dejaron fluir. Se iban dando los momentos, las caminatas, las risas, el compartir.
En el taller de Talentos, actividad propuesta por dos amores: Claudia Robles y Agustina Mortola, se “prendieron” todos los padres.
Ya en esta segunda etapa de la tarde los adultos pudieron recrearse, se alejaron de los ruidos cotidianos, de las presiones, de la mirada obligada hacia los chicos, regalándose un momento de pleno disfrute.
El Equipo Cipichicos pudo vivenciar las reales necesidades de las familias: Compartir tiempo, conversar, dejar a los chicos ser ellos mismos, pelarse, ensuciarse, investigar, gritar, reír, fantasear y encontrarse con el otro.
Así vamos, entre todos, en comunidad, perfilando el Espacio Cipichicos que se viene para 2014.
A todos los que nos acompañaron… ¡¡Gracias!!
Los adultos se sentaron distendidos a disfrutar de la actividad de teatro que nos brindó el genial Ernesto Juárez, en la cual participaron, rieron y dejaron de lado la vergüenza.
Compartimos mate y ricas tortas. Nos fuimos conociendo y vinculando de a poco.
Los niños por su lado, eligieron el juego libre esta vez, y a pesar de haberlo planeado con anterioridad, solo algunos participaron de la experiencia teatral.
Jugaron a la pelota, disfrutaron de la pileta, algunos dieron de comer al caballo, investigaron sus pestañas, su pelaje, su manera de comer el pasto, etc. También se pelearon por la hamaca, por la rama que habían encontrado y por quién subía primero al árbol, aunque luego de un rato, ya todos parecían grandes amigos.
Algunas familias contaron sus motivos por el cual se habían interesado en acercase este domingo. Nos contaron la necesidad de darles a sus hijos una educación que no tenga la estructura de la escuela común. Una mamá mencionó: “escucho a mi hijo y quiero darle lo que está necesitando”, rescatar la creatividad, la libertad de expresión, la presencia de los abuelos en la educación y sobre todo en el apoyo de sus propias experiencias.
Los padres estaban tan distendidos que este encuentro Cipichicos parecía planeado para ellos, disfrutando del “volver a jugar” como cuando eran niños.
Se dejaron fluir. Se iban dando los momentos, las caminatas, las risas, el compartir.
En el taller de Talentos, actividad propuesta por dos amores: Claudia Robles y Agustina Mortola, se “prendieron” todos los padres.
Ya en esta segunda etapa de la tarde los adultos pudieron recrearse, se alejaron de los ruidos cotidianos, de las presiones, de la mirada obligada hacia los chicos, regalándose un momento de pleno disfrute.
El Equipo Cipichicos pudo vivenciar las reales necesidades de las familias: Compartir tiempo, conversar, dejar a los chicos ser ellos mismos, pelarse, ensuciarse, investigar, gritar, reír, fantasear y encontrarse con el otro.
Así vamos, entre todos, en comunidad, perfilando el Espacio Cipichicos que se viene para 2014.
A todos los que nos acompañaron… ¡¡Gracias!!
CIPICHICOS. Un espacio para Jugar, Hacer y Aprender junto a nuestros hijos.
Conectando Ideas Para la Infancia (CIPI) es un grupo conformado por madres, padres, educadores, profesionales y guías de la infancia, que comparten la necesidad “urgente” de crear un espacio físico “real” para familias con niños pequeños, en donde el “Jugar” sea la acción principal para vincularse, compartir y aprender.
Conectando Ideas Para la Infancia (CIPI) es un grupo conformado por madres, padres, educadores, profesionales y guías de la infancia, que comparten la necesidad “urgente” de crear un espacio físico “real” para familias con niños pequeños, en donde el “Jugar” sea la acción principal para vincularse, compartir y aprender.
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