13 de mayo de 2013

Quizá la más querida. Julio Cortázar

Me diste la intemperie,
la leve sombra de tu mano
pasando por mi cara.
Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.

Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía
una araña esperando entre los pétalos.

Creo que lo sabías
y que favoreciste la desgracia.
Siempre olvidé el paraguas
antes de ir a buscarte,
el restaurante estaba lleno
y voceaban la guerra en las esquinas.

Fui una letra de tango
para tu indiferente melodía.
(Poema extraído del último libro de Cortázar: “Salvo el crepúsculo”)

Ilustración: ©Fernando Vicente

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, si estás en el formulario de comentarios vas a ver que hemos activado la opción de verificación de palabras, lo hicimos para reducir la entrada de Spam.

Gracias y disculpa las molestias…