12 de septiembre de 2012

Jacques Prévert (Francia 1900 – 1977)

PARA HACER EL RETRATO DE UN PÁJARO.
Pintar primero una jaula
con la puerta abierta.
Después pintar algo bonito
algo sencillo, algo bueno,
algo útil para el pájaro.

Luego colocar la tela contra un árbol
en un jardín, o en un parque, o en un bosque.
Esconderse tras el árbol
sin decir nada, sin moverse...

A veces el pájaro llega enseguida,
pero también puede tardar años
antes de decidirse.
No hay que desanimarse;
hay que esperar,
esperar durante años si fuese preciso,
porque no importa que el pájaro llegue pronto o tarde
para conseguir un buen cuadro.

Cuando el pájaro llegue, si es que llega,
guardar el más profundo silencio,
esperar que el pájaro entre en la jaula
y cuando haya entrado
cerrar suavemente la puerta con el pincel.

Después borrar uno a uno todos los barrotes
cuidando no tocar ni una pluma del pájaro.

Dibujar después el árbol
escogiendo la más hermosa de sus ramas para el pájaro.
Pintar también el verde follaje
y el frescor del viento,
el polvillo del sol
y el zumbido de los insectos en el calor del verano,
y después esperar a que el pájaro se decida a cantar.

Si el pájaro no canta es mala señal,
señal de que el cuadro es malo.
Pero si canta es buena señal,
señal de que puedes firmar.
Entonces, arráncale suavemente una pluma al pájaro
y escribe tu nombre
en una esquina del cuadro.
Ilustración: Tomás Gouveia

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